Hoy he ido a hacer las compras de Navidad...por fin!
sin embargo, a las 10 am, algunas tiendas estaban cerradas, por lo que he ido a desayunar a una popular cadena americana que sirve unos muffin de vainilla chocolate que...mmmmmm...
al entrar había un cliente delante mío, y el de la barra le dice : "y no quiere nada más? La felicidad eterna?". Cuando ha llegado mi turno, teniendo respuesta preparada a su pregunta, me ha dicho : "a ti ya no te pongo felicidad eterna porque ya la tienes, o sino no vendrías sonriendo a esta hora". Le he dejado propina.
Posteriormente, he estado hablando con el de la tienda "La Lámpara Mágica" de la calle Banys Vells.
Y para acabar la jornada de compras, he disfrutado de una interesante conversación con las dependientas de una tienda africana en el Born, en la que hemos hablado de música y deesas africanas.
Ante tanta felicidad de los comerciantes, he ido a saludar a mis conocidos en la tienda Senegal, d calle del Rec. Siempre hablamos de la familia y de sus vacaciones en Senegal (esta vez ya había vuelto).
Y es que la felicidad eterna reside en estos breves instantes, en que lejos de la funcionalidad del Fnac, hay tiempo para hablar.
PD : Me he comprado una pulsera africana...y la dependienta me ha regalado la segunda
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